El estudiante de Salamanca, es un poema narrativo dramático del romanticismo. Trata sobre la obsesión de don Félix por conquistar a cualquier dama en cualquier situación.
Don Félix enamora a doña Elvira y la olvida al día siguiente. Ella muere por el dolor que le produce el abandono de Montemar. Don Diego, va en busca de don Félix para vengar la muerte de su hermana, culpándolo de lo sucedido. Durante el duelo ambos mueren. Después de esto, Montemar va por las oscuras calles de Salamanca, sin rumbo. De repente, se le aparece una dama que viste de blanco. Fija su objetivo y se dispone a comenzar la conquista. Le hace mil preguntas, pero no responde, lo que hace que Montemar se empecine en contemplar su conquista. La dama se empieza a desplazar hasta el cementerio, donde don Félix presencia su propio entierro.
En un momento de debilidad se ve abrumado, pero pronto recupera su actitud altanera. Empieza a dudar de si es una dama o un espectro pero no duda en seguirla y desafía a Dios y al mismísimo diablo. El viaje se ambienta en un mundo sobre natural, donde todo es confuso y sin explicación. Numerosos esprectros los rodean formando un coro y los acompañan.
La dama se para y se digna a hablar a don Félix. Aparece don Diego y le obliga a casarse si quiere averiguar quien es la misteriosa dama. Al aceptar, alza el velo y descubre una calavera, producto de la putrefacción del cuerpo de doña Elvira. Al fundirse en un beso, se crea un remolino y descubre que realmente, él también está muerto.
El amor que se desarrolla es un amor puramente trágico, en el que doña Elvira pone fin haciendo pagar a don Félix por sus acciones. Envuelto entre elementos puramente románticos como el amor imposible de doña Elvira, su muerte por amor ya que no encuentra sentido a la vida, la visión de la mujer convertida en esqueleto, los espectros que le acompañan y el mismo entierro.
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