sábado, 30 de agosto de 2014

Transformación en Don Juan Tenorio. Parte 1.


Don Juan Tenorio, es un drama romántico publicado en dos partes en 1844 por José Zorrilla. Junto con El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, constituyen la principal representación literaria del mito donjuanesco que servirá de fuente para una larga tradición del mito.

Zorrilla, introduce varios elementos innovadores. Destacan la incorporación de la mujer cristiana y la figura del burlador enamorado. Son varias las cuestiones que podríamos abarcar en esta exposición pero nos centraremos en el amor. El amor es una cuestión compleja que se encuentra presente en nuestro día a día y resulta inexplicable e irracional. En concreto, hablaremos sobre la evolución o las etapas que son visibles en nuestros personajes a lo largo de su lectura.

Don Juan, famoso por sus galanteos, ha apostado con don Luis, quién de ellos conseguirá más conquistas en un año. Terminado el plazo los rivales se encuentran y don Juan es el vencedor. Don Luis le reta a seducir a una novicia. Don Juan acepta el reto, en cambio, acaba enamorándose de doña Inés. La muerte de la joven provocará el arrepentimiento de don Juan y su salvación final.

Al comienzo de la obra vemos una descripción en la que podemos ver que es el amor para él. Entiende la vida o el amor como un ludus, un juego donde no hay reglas, donde sólo prima su conveniencia y egoísmo. Podríamos hablar de venatus amoris, amor entendido como una cacería.

Se divierte cortejando a las mujeres con el arte de la elocuencia o palabrería barata y superficial. Utiliza a las mujeres como objetos de placer. No muestra sentimientos ni respeto hacia ellas y además, hace alarde de ello.

Pero nuestro ingenuo don Juan no sabe que todo esto es temporal y cambiará su actitud ante el amor. Brígida, hace el papel de alcahueta y provoca el inicio de la transformación en don Juan. Tan sólo con una descripción de doña Inés, una descripción al más estilo renacentista como donna angelitaca; joven, casta, dulce, bella, inocente e inalcanzable.

Sin tan siquiera haber visto a doña Inés, ya está en su corazón, fruto del fuego de la pasión y el deseo. Podríamos decir que se encuentran en una especie de ignis amoris, entendimiento del amor como fuego interior. Su objetivo ahora es raptar a su amada.
Durante el Romanticismo, herencia de la Edad Media y del Renacimiento, quedan vestigios del amor como enfermedad. Don Juan podría estar sufriendo por alcanzar a doña Inés.

Tras conseguir verse con ella, la siguiente etapa que atraviesa es amor bonus, no entendido como amor terrenal sino como un amor espiritual y salvador. Ya no sólo siente una atracción sexual. El propio personaje toma conciencia de ello y llega el arrepentimiento por su comportamiento hasta ahora. Piensa que ella es su única salvación. Reúne suficiente valor para arrodillarse ante don Diego, pero éste no cree en su arrepentimiento y se enfrenta en un duelo a muerte. Con la muerte de don Diego, nuestro don Juan cae en la desesperanza de su posible salvación. Me atrevería a hablar en este punto sobre furor amoris, la pérdida de la razón por amor que le lleva a actuar de forma irracional.

Por otro lado, en doña Inés también vemos una transformación en  su personaje. Puede que para ella, don Juan sea un instrumento para alcanzar la libertad, rebelarse contra su padre que la sobre protege encarcelada en el convento. Don Juan despierta en ella un sentimiento desconocido hasta entonces que le hace divinizarlo.

En primer lugar, Brígida le prepara el terreno a don Juan. Le hace llegar sus cartas y tras el encuentro entre don Juan y doña Inés se despiertan en ella sentimientos de deseo que le llevan a una evolución pasando por las etapas que pasa don Juan. Su amor es tal, que le lleva incluso a perdonar la muerte de su padre dejando atrás dolor, traición y muerte.

En resumen, no se trata de de un amor estático, sino que varia y cambia en el tiempo. Lo que comienza como un deseo, una liberación o una apuesta se convierte en un amor idealizado y espiritual cuyo objetivo es alcanzar la salvación.














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