sábado, 30 de agosto de 2014

Casarse pronto y mal. Larra.

Este artículo pertenece a José de Larra (Madrid, 1809-1837), publicado en El pobrecito hablador, el 30 de noviembre de 1832.

José de Larra plasma en sus artículos sus propios pensamientos e ideales. Cada uno de sus artículos desprende vivencias que ha vivido, dándonos de ese modo una enseñanza.

Una hermana ficticia de Larra emigra a Francia y allí educa a su hijo. Con el tiempo vuelve a España y critica el atraso que hay. El sobrino de Larra, Augusto, conoce a una chica, Elena, de la que se enamora. A pesar de que sus familias no estén de acuerdo, siguen adelante con la relación y con el tiempo, gracias al dinero que les presta un amigo se casan a pesar de las opiniones opuestas. La vida les sonreía a ambos, estaban juntos y eran felices, incluso tiene hijos. Pero conforme pasa el tiempo y el dinero se acaba, comienzan a surgir problemas y diferencias, provocando un distanciamiento.

Elena empieza a sentir algo por el amigo que les prestó el dinero y decide marcharse con él a Cádiz abandonando a su marido. Augusto descubre donde esta su mujer y acude sacudido por la ira y mata a su amigo de un tiro. Elena desesperada se suicida tirándose por la ventana. Augusto le escribe una carta a su madre pidiéndole perdón y dejandole a cargo de sus hijos. Al acabar se pega un tiro.

Como podemos ver dentro de la temática romántica es un artículo bastante trágico. Precipitarnos al tomar decisiones a una edad temprana o el no saber como sobrellevar los problemas en pareja puede que sea la enseñanza que Larra nos quería hacer llegar.

La peña de los enamorados.

Cuento romántico que pertenece a Mariano Roca de Togores (1812-1889), que trata el amor trágico tan latente en dicho movimiento. Cuenta la historia de dos enamorados, Zulema, princesa granadina y Fadrique, su esclavo cristiano. 

Como ya os podréis imaginar, debido a las diferencias de clases y diferencias étnicas, este amor no será bien visto a los ojos de nadie de la época y por ello se convertirá en un amor imposible.

El elemento innovador que introduce su autor es el espacio en el que se desarrolla la acción. No será un espacio como el que estamos acostumbrados a ver en el romanticismo hasta ahora; oscuro, lúgubre,tétrico, etc. Se desarrolla en un espacio paradisíaco cargado de elementos exóticos.

Cuenta la leyenda, que estos dos enamorados perseguidos por los soldados enviados para capturarlos por el padre de ella, fueron acorralados y decidieron subir a lo más alto de la peña. Ambos decidieron arrojarse juntos al vacío para unirse en la eternidad y que de este modo su amor perdurase para siempre.

Desde entonces El indio de Antequera, peñón calizo perteneciente a la provincia de Málaga, es conocido también como La peña de los enamorados.



El estudiante de Salamanca. Intertextualidad.

Como el tema del amor es muy frecuente en la literatura del romanticismo, pondremos en relación El estudiante de Salamanca con otras obras con las que comparte similitudes.

Al parecer, los temas principales utilizados por Espronceda en esta obra tienen sus fuentes en El Burlador de Sevilla y El estudiante Lisardo, que proviene del Jardín de flores curiosas publicado en Salamanca, en 1570, por Antonio Torquemada.

Si leemos El burlador de Sevilla, encontraremos varios elementos en común con El estudiante de Salamanca. Veremos la figura del don Juan que se burla de las damas al igual que hace don Félix de Montemar, las conquista, las engaña haciéndoles perder su honra y luego las abandona. No es el único elemento que encontramos en ambas obras. La trágica muerte de don Gonzalo al querer salvar a su hija doña Ana, también está presente en El estudiante de Salamanca cuando don Félix da muerte a don Diego de Pastrana, hermano de doña Elvira, que intenta vengar la muerte de su hermana. Otro elemento que podemos poner en relación, es la figura del Comendador con la dama blanca que conducen tanto a don Juan como a don Félix a sus propias muertes.

En el caso de Lisardo, no es exactamente un don Juan, pero la historia si tiene cierta relación en cuanto al carácter de ambos, la diferencia está en que Lisardo aprende a tiempo y reconoce sus fallo pero el arrogante don Félix no.

Nunca antes se había concentrado tanta maldad en un protagonista, su falta de humanidad es tal que no le afecta el miedo ni siquiera al ver a la muerte en persona. Pero don Félix no es un simple villano, Espronceda se encarga de dotarlo de una serie de valores positivos para que su apariencia externa de joven apuesto y rico, contraste más con el viejo malvado y pobre de espíritu que lleva dentro. Don Félix llega a la perversidad, ya que no se arrepiente de sus terribles pecados ni al final de su muerte.

El segundo tema utilizado por la tradición literaria es el tema de la mujer transformada en esqueleto. Ese tema se puede apreciar en El esclavo del demonio publicado en 1612 por Antonio Mira de Amescua.

También podemos verlo claramente en El mágico prodigioso de Calderón de la Barca, compuesto en 1637.

El tercer tema trata sobre la visión del descarnado esqueleto como castigo del protagonista don Félix de Montemar. En La constante cordobesa tenemos la aparición del padre de doña Elvira que sale de su tumba para defenderla de don Diego.

El tema más importante y que no podemos olvidar es la visión del propio entierro. En El estudiante de Salamanca, don Félix pregunta a un señor enlutado a quién llevan a enterrar.
Lo mismo ocurre en El capitán de Montoya de Zorrilla, donde don César pregunta a un enlutado también.

En conclusión, el don Juan con sus variantes y su amor trágico, es un tópico que se viene repitiendo a lo largo de toda la literatura, las damas caen en sus brazos porque su arte es la palabra, sus dotes de amante, la galantería..., que cautivan, sin remedio a cualquier mujer que se cruce en su camino, y aquella que más se le resista o que sea más difícil de alcanzar será, sin duda, su próxima víctima.

El estudiante de Salamanca. Espronceda.

Espronceda, trabaja en la redacción de El estudiante de Salamanca desde 1836.  Esta fecha ya supuesta por Geoffrey Brereton al considerar el poema inspirado por la ruptura con su amada Teresa, está confirmada por la publicación de los primeros versos en El Español. En 1837 publica la primera parte en el Museo Artístico y Literario, desde Era más de media noche hasta dulce le mira, estática le adora. En 1839 lee en la Asociación Literaria de Granada un fragmento del poema. Y la versión íntegra se publica en 1840, en el tomo Poesías, prologado por José García de Villalta. Cuando se prepara esta edición el autor se encuentra en Andalucía y no puede corregir directamente las pruebas, ni solventar dudas.


El estudiante de Salamanca, es un poema narrativo dramático del romanticismo. Trata sobre la obsesión de don Félix por conquistar a cualquier dama en cualquier situación.

Don Félix enamora a doña Elvira y la olvida al día siguiente. Ella muere por el dolor que le produce el abandono de Montemar. Don Diego, va en busca de don Félix para vengar la muerte de su hermana, culpándolo de lo sucedido. Durante el duelo ambos mueren. Después de esto, Montemar va por las oscuras calles de Salamanca, sin rumbo. De repente, se le aparece una dama que viste de blanco. Fija su objetivo y se dispone a comenzar la conquista. Le hace mil preguntas, pero no responde, lo que hace que Montemar se empecine en contemplar su conquista. La dama se empieza a desplazar hasta el cementerio, donde don Félix presencia su propio entierro.

En un momento de debilidad se ve abrumado, pero pronto recupera su actitud altanera. Empieza a dudar de si es una dama o un espectro pero no duda en seguirla y desafía a Dios y al mismísimo diablo. El viaje se ambienta en un mundo sobre natural, donde todo es confuso y sin explicación. Numerosos esprectros los rodean formando un coro y los acompañan.

La dama se para y se digna a hablar a don Félix. Aparece don Diego y le obliga a casarse si quiere averiguar quien es la misteriosa dama. Al aceptar, alza el velo y descubre una calavera, producto de la putrefacción del cuerpo de doña Elvira. Al fundirse en un beso, se crea un remolino y descubre que realmente, él también está muerto.

El amor que se desarrolla es un amor puramente trágico, en el que doña Elvira pone fin haciendo pagar a don Félix por sus acciones. Envuelto entre elementos puramente románticos como el amor imposible de doña Elvira, su muerte por amor ya que no encuentra sentido a la vida, la visión de la mujer convertida en esqueleto, los espectros que le acompañan y el mismo entierro. 



Transformación en Don Juan Tenorio. Parte 2.



En la segunda parte, don Juan al huir de Sevilla tras dar muerte a don Diego, provoca una gran tristeza y vacío en el alma de doña Inés. Para ella ya nada tiene sentido y muere de amor. Morir de amor es un tópico literario ya presente en la obra de Ovidio (40-17 d. C). En concreto en la leyenda de Píramo y Tisbe y que a lo largo de los siglos continuó apareciendo en multitud de composiciones literarias hasta ser insertado en la lírica provenzal conocido como amor cortés.

Este uso medieval va unido al sentimiento cristiano de asociar la muerte con el fin de desdichas humanas. Juan de Mena (1411-1456), entiende la muerte como un fin consolador, liberador. Puede que Zorrilla intente transmitir esta idea dando muerte a su personaje de doña Inés.

Ella ofrecerá su alma a Dios a cambio de la de don Juan. Dios, como Deus ex machina, resolverá la situación a la espera de que don Juan se arrepienta de sus pecados. Así la salvación de doña Inés queda ligada al arrepentimiento de don Juan. Un acto de amor puro.

El don Juan que vemos ahora es un personaje distinto desde que se enamora de doña Inés. Las cualidades que lo describían hasta el momento desaparecen, dejando ver a una persona indecisa e insegura. 

Hacia la última escena el cambio llega a su punto más álgido. Don Juan niega la principal característica del Romanticismo; la pasión o el sentimiento por encima de la razón. Pero ve que su tiempo se agota y su última decisión es la más racional para que ambos alcancen la salvación.

A pesar de este acto por amor, a día de hoy  no recordamos al don Juan que doña Inés salva al pie de la sepultura, o al don Juan de rodillas ante el Comendador, sino al mitológico don Juan seductor y descarado. Al igual que a doña Inés hay quienes la recuerdan no como la donna angelicata que hablábamos antes, sino como donna diavola. Si recordamos en la tradición cristiana el demonio era el mas bello de los ángeles.



Transformación en Don Juan Tenorio. Parte 1.


Don Juan Tenorio, es un drama romántico publicado en dos partes en 1844 por José Zorrilla. Junto con El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, constituyen la principal representación literaria del mito donjuanesco que servirá de fuente para una larga tradición del mito.

Zorrilla, introduce varios elementos innovadores. Destacan la incorporación de la mujer cristiana y la figura del burlador enamorado. Son varias las cuestiones que podríamos abarcar en esta exposición pero nos centraremos en el amor. El amor es una cuestión compleja que se encuentra presente en nuestro día a día y resulta inexplicable e irracional. En concreto, hablaremos sobre la evolución o las etapas que son visibles en nuestros personajes a lo largo de su lectura.

Don Juan, famoso por sus galanteos, ha apostado con don Luis, quién de ellos conseguirá más conquistas en un año. Terminado el plazo los rivales se encuentran y don Juan es el vencedor. Don Luis le reta a seducir a una novicia. Don Juan acepta el reto, en cambio, acaba enamorándose de doña Inés. La muerte de la joven provocará el arrepentimiento de don Juan y su salvación final.

Al comienzo de la obra vemos una descripción en la que podemos ver que es el amor para él. Entiende la vida o el amor como un ludus, un juego donde no hay reglas, donde sólo prima su conveniencia y egoísmo. Podríamos hablar de venatus amoris, amor entendido como una cacería.

Se divierte cortejando a las mujeres con el arte de la elocuencia o palabrería barata y superficial. Utiliza a las mujeres como objetos de placer. No muestra sentimientos ni respeto hacia ellas y además, hace alarde de ello.

Pero nuestro ingenuo don Juan no sabe que todo esto es temporal y cambiará su actitud ante el amor. Brígida, hace el papel de alcahueta y provoca el inicio de la transformación en don Juan. Tan sólo con una descripción de doña Inés, una descripción al más estilo renacentista como donna angelitaca; joven, casta, dulce, bella, inocente e inalcanzable.

Sin tan siquiera haber visto a doña Inés, ya está en su corazón, fruto del fuego de la pasión y el deseo. Podríamos decir que se encuentran en una especie de ignis amoris, entendimiento del amor como fuego interior. Su objetivo ahora es raptar a su amada.
Durante el Romanticismo, herencia de la Edad Media y del Renacimiento, quedan vestigios del amor como enfermedad. Don Juan podría estar sufriendo por alcanzar a doña Inés.

Tras conseguir verse con ella, la siguiente etapa que atraviesa es amor bonus, no entendido como amor terrenal sino como un amor espiritual y salvador. Ya no sólo siente una atracción sexual. El propio personaje toma conciencia de ello y llega el arrepentimiento por su comportamiento hasta ahora. Piensa que ella es su única salvación. Reúne suficiente valor para arrodillarse ante don Diego, pero éste no cree en su arrepentimiento y se enfrenta en un duelo a muerte. Con la muerte de don Diego, nuestro don Juan cae en la desesperanza de su posible salvación. Me atrevería a hablar en este punto sobre furor amoris, la pérdida de la razón por amor que le lleva a actuar de forma irracional.

Por otro lado, en doña Inés también vemos una transformación en  su personaje. Puede que para ella, don Juan sea un instrumento para alcanzar la libertad, rebelarse contra su padre que la sobre protege encarcelada en el convento. Don Juan despierta en ella un sentimiento desconocido hasta entonces que le hace divinizarlo.

En primer lugar, Brígida le prepara el terreno a don Juan. Le hace llegar sus cartas y tras el encuentro entre don Juan y doña Inés se despiertan en ella sentimientos de deseo que le llevan a una evolución pasando por las etapas que pasa don Juan. Su amor es tal, que le lleva incluso a perdonar la muerte de su padre dejando atrás dolor, traición y muerte.

En resumen, no se trata de de un amor estático, sino que varia y cambia en el tiempo. Lo que comienza como un deseo, una liberación o una apuesta se convierte en un amor idealizado y espiritual cuyo objetivo es alcanzar la salvación.